¿Debemos leer las cartas invertidas o no?
Si ya has ido a una consulta de tarot o habrás visto algún vídeo de tarotistas, habrás descubierto que hay quienes leen las cartas tanto al revés como al derecho, así como otros que prefieren leerlas sólo en posición normal.
Los defensores de leerlas sólo al derecho, afirman que los arcanos ya tienen suficiente significados tanto negativos como positivos y que no es necesario invertirlas. También afirman que esa afición de leerlas al revés surgió en siglos pasados, cuando para poder «descartar» un poco la cantidad de tarotistas que habían, quisieron complicar la lectura colocando además de los significados de las cartas al derecho, los significados de las cartas invertidas.
Por otro lado, los defensores de leer las cartas invertidas aseguran que el significado al voltear las cartas cambia de forma radical. Por ejemplo, el Papa al derecho es un hombre espiritual, es el orden, la moral, lo correcto. Invertido es una persona excesivamente crítica, moralista, estrecha de miras, demasiado autoritaria, mal consejera…De esta forma, la lectura cambia completamente y su significado también.
Pero entonces es cuando me pregunto, ¿al girar las cartas no estamos interfiriendo con el destino? Si tomamos la mitad del mazo y lo giramos, ¿no estamos alterando adrede el significado de esas cartas?
Aún así, por mi parte y con mi experiencia como tarotista, he leído cartas invertidas sólo cuando se han dando vuelta sin que yo lo haya buscado, es decir, por azar. Si en una tirada la mayoría de las cartas está al derecho pero de pronto me sale una invertida, algo me quiere decir ese arcano y definitivamente la lectura ha estado acertada.
En una tirada por ejemplo, una muchacha me pedía que le describiera a su ex, porque quería saber si sus sospechas eran ciertas. Las cartas estaban al derecho menos dos, la del Mago y la del Rey de Oros. Bien sabemos que el Mago invertido significa manipulación, sacar provecho de los demás a costa de nuestra habilidad persuasiva. Para variar, salió el Rey de Oros invertido, que significaba que era extremadamente materialista y que era capaz de conseguir dinero a costa de quien sea y como fuera. Al final ella me dijo que sí tenía razón, era un vividor que sólo la quería para sacarle dinero y para aprovecharse de ella. Apenas dejó de darle dinero, el hombre desapareció.
Con este ejemplo podemos ver que sí, que las cartas invertidas son muy necesarias pero por mi parte, no estoy de acuerdo en girarlas sino dejar que ellas mismas se den vuelta.